[Review] Fringe, 5x09 "Black Blotter"

Walter en estado puro. Como en este capítulo

Walter Bishop es sin lugar a dudas el protagonista del capítulo de esta semana y es que, en un arrebato por recordar el tan preciado plan para acabar con los alopécicos, el bueno de Walter se mete un chute de Black Blotter, aunque viendo el hada verde que lo acompaña en todo momento, yo diría que la mezcla incluso tenía unas gotitas de Absenta...

Previously on Fringe...
Nos enteramos de la existencia de unas cintas en las que Walter explica su plan maestro para derrotar a los invasores, entre ellos, la necesidad de recuperar de lo que Walter llamó pocket universe o universo de bolsillo a un viejo conocido, el niño observer de la primera temporada, con la ayuda de un hombre misterioso llamado Donald del que todavía no tenemos más pistas que saber que es una pieza más del rompecabezas para derrotar a los calvos mirones. Walter, ahora que vuelve a tener todas las partes de su cerebro, teme convertirse en el hombre que podría haber sido con su cerebro funcional al 100%, por lo que le pide a Nina Sharp lo mismo que le pidió a Bell hace ya mucho tiempo: que extirpe partes de su cerebro. Siguiendo con el plan, cuando nuestros chicos consiguieron entrar en ese universo de bolsillo, vieron que el niño no estaba. En su lugar, quien se lo hubiera llevado dejó una radio que no funcionaba... hasta ahora.

En "Black Blotter"...
El capítulo de esta semana, aunque no sea el número 19, se puede considerar el capítulo "especial" de esta temporada. Nos encontramos con Walter colocado hasta las cejas, en un intento desesperado por recordar, lo cual nos llevará a presenciar algunos momentos completamente surrealistas, que nos podrían dar algún que otro susto.

Aunque para susto, el que se pega Astrid al encontrarse a Walter en ese estado. O quizás fuera por la radio que recuperaron del pocket universe, que ha comenzado a emitir -o mejor dicho, recibir- una transmisión. ¿No os recuerda a una francesa llamada Rousseau? Solo falta que la señal se origine desde una isla... OH WAIT! ¡Así es! Pero bueno, ya entraremos en eso.

«¡Os he dicho que no quiero ninguna enciclopedia!»

 
Mientras Walter se dedica a elogiar el pelo de Astrid, no muy lejos de allí, en una habitación cercana más concretamente, se encuentran Peter y Olivia durmiendo en camas separadas. ¡En camas separadas! Al pobre Peter se ve que el aparato observer le está dejando como secuelas unas terribles jaquecas que le impiden dormir, y claro, eso preocupa a Olivia porque no está dispuesta a volver a perderle ahora que vuelve a ser el Peter de siempre, aunque el momento Polivia pronto llega a su fin, porque Astrid les pone al tanto de lo que acaba de ver en el laboratorio. Efectivamente, Walter está drogado, aunque esta vez, no es con LSD ni ha entrado en la mente de nadie, o mejor dicho, lo que sí que ha hecho ha sido intentar desentrañar pistas enterradas en el fondo de su memoria, para lo que la droga, Black Botter en esta ocasión y una visión de su antigua ayudante de laboratorio -aquella que murió en el incendio que se produjo- la Dr. Warren, además del hada verde que parece sacada de una sobredosis de Absenta, serán los guías de Walter a través de los misterios que contiene la mente del brillante del científico.

Durante la aventura en busca del origen de la señal misteriorsa, nos volveremos a encontrar con viejos conocidos, aunque quizás no en el estado en que nos los esperábamos. Así, tendremos nuevas noticias de Sam Weiss, del cual no volvimos a saber nada después del cambio de línea temporal y del que, personalmente, espero que nos cuenten algo más que simplemente murió en la lucha contra los invasores. Además, parece que Peter y Olivia vuelven a ser Polivia porque es la primera vez que se besan durante esta temporada, al menos si la memoria no me falla, y Peter luce su anillo de casado. Por otra parte, parece que cada vez estamos más cerca de conocer la identidad de Donald, aunque en esta ocasión no haya sido más que un amago, al menos el equipo ha podido localizar a quien el susodicho se llevó del pocket universe, gracias a la señal de radio: el mini-observer, al que vimos por primera vez en la primera temporada de la serie y del que no supimos nada más... hasta ahora. Resulta que la señal de radio la emitía un tal Richard -y su mujer- desde una isla apartada de la mano de Dios y son quienes a su manera, han estado luchando contra los alopécicos, y son también los que han cuidado de Michael -que así es como ellos llaman al niño Observer- durante todos estos años. Si no nos tenían bastante intrigados con descubrir quién es Donald y comprobar que Sam Weiss estaba metido en el ajo, ahora encima el mini-Observer, se acuerda de Olivia, y eso que la conoció en otra línea temporal, pero como a estas alturas ya sabemos, los señores alopécicos no experimentan el tiempo de la misma forma que lo hacemos nosotros.

 ¿Cómo decirle que no a Olivia con esa cara?

Pero, el camino para llegar a esa pequeña isla de paz, no ha sido un camino de rosas precisamente: Walter ha tenido que enfrentarse consigo mismo para no volver a ser el hombre en el que temía convertirse, el motivo por el que decidió en un primer momento extirpar partes de su cerebro, pilares esenciales desde el inicio de la serie, la lucha de un hombre por ser una versión mejor es en torno a lo que gira el capítulo de esta semana, en torno al que gira el que para mí, ha sido uno de los momentos más emotivos: me tocó la fibra sensible el momento casi al final del episodio, cuando Walter está en el laboratorio recordando algunos de sus recuerdos más dolorosos y que a su vez, representan los momentos más importantes por los cuales se ha desarrollado la serie: la noche cuando Peter murió, el momento en el que cruza de universo, cuando discute con su ayudante del laboratorio por no saber dónde está el límite; todo ello sazonado con la siempre excelente música de la serie compuesta por Chris Tilton y Michael Giacchino entre otros, consiguieron que algo se removiera en mi interior.

 Dedicado a John Noble

A destacar: Lo más llamativo del capítulo me ha parecido la representación del "Walter que podría haber sido" y del "Walter que es", encarnadas por una parte por Nina Sharp como parte del Walter que sabe dónde está el límite y al que le faltan partes de su cerebro, y por otra, la personificación del Walter que pudo haber sido como la Dr. Warren, con la que descubrimos, entre otras cosas, el porqué del incendió que la mató: aquella noche, la ayudante del Dr. Bishop fue al laboratorio para quemar el libro de descubrimientos del científico, aunque como vemos a lo largo del capítulo, cuando Walter lo descubre, se da cuenta de que ya es tarde: you've been him longer than you've been you; Walter ha sido más tiempo el científico arrogante dispuesto a caminar entre los dioses -recordemos la frase de there is no God in this lab but me que le dijo a la Dr Warren-; sin duda uno de los aspectos más destacables del capítulo.

Para terminar, debo decir que sin duda, el único capítulo, al menos para mí, que más se ha asemejado al Fringe de temporadas anteriores, a pesar de continuar la lucha contra los invasores, esta vez no ha sido más que un contexto para hablar de lo que de verdad importa: Walter Bishop. Y si hablamos de Walter, en esta review no puede faltar el momento más surrealista del capítulo: Black Umbrella, del que por cierto, la rana que aparece sale en un momento previo del capítulo.

Por cierto, los de la FOX se liaron con los hashtag y dejaron #HumanKind en lugar del #FreeYourMind de la campaña que tocaba ese viernes, como dato y tal.



Por último, los glyphs esta semana forman la palabra guilt, que viene a ser "culpa".

A mí el capítulo me ha gustado, y mucho, pero, ¿Y a vosotros? ¿Qué esperábais de este Black Blotter?